Velada melancólica I.

Las consecuencias sin causa, las ilusiones ópticas, las respuestas sin pregunta o las preguntas sin respuesta...

Yo sin tí; tú sin mi.

¿Qué te digo? ¿Preguntas? ¿Respuestas? ¿Propuestas?
Sólo puedo contarte una cosa: tengo miedo. Miedo de perderte.
¿Crees en el destino?

Me molesta reaccionar cuando ya todo está perdido.

Peticiones, sugerencias, soluciones... Todas a destiempo, fuera de lugar y fuera de contexto.

¿Cuánto tiempo pasará?

La única razón por la que decidí tragar saliva y mirar hacia arriba para no derramar lágrimas es que sigo contigo, que sigues conmigo.

Que si te llamo vienes, que si te necesito estás...

Y que si no aguanto y lloro y te nombro tú habrás de escucharme y consolarme, que te quedarás conmigo, así... impregnado en mi piel.

Ahora de verdad tengo miedo.
De haberte perdido, de que después de esta noche ya nunca amanezca;

De que ya no tengas ese sabor a mí.